Ansiedad
El síntoma por excelencia para la comunidad LGTBIQAP+
Aunque seguramente ya sepas de qué te hablo, se trata de esa emoción repleta de sentimientos de tensión, pensamientos de preocupación y, a menudo, cambios físicos como el aumento del ritmo cardíaco, sudoración o tensión muscular.
Es una respuesta natural y adaptativa que el cuerpo y la mente desarrollan para enfrentar situaciones percibidas como amenazantes o estresantes.
El problema es cuando ésta se vuelve intensa, persistente y desproporcionada
La ansiedad tiene como base el miedo, pero ambos se diferencian claramente.
El miedo responde a un peligro inmediato y concreto. Es un mecanismo de supervivencia que te prepara para enfrentar, huir o evitar una situación.
Pero la ansiedad actúa como una respuesta anticipatoria al pensar en posibles amenazas futuras o en situaciones que percibimos como peligrosas, aunque no haya un peligro inmediato.
La ansiedad es más abstracta y se vincula a pensamientos de preocupación o incertidumbre sobre lo que podría suceder, exagerando la magnitud de la amenaza.
A mayores vivencias de discriminación [abierta o sutil], rechazo y prejuicios desde cualquier ámbito, mayores signos de ansiedad e inseguridad para las personas LGTBI+, pudiendo sentirse amenazadas o juzgadas.
La falta de aceptación en el hogar o en la comunidad, genera más experiencias de autoexclusión u ocultación de la identidad, sintiendo ansiedad y falta de conexión emocional.
Las tasas de violencia y acoso físico, emocional, digital o sexual son más altas en la comunidad LGBTIQA+, lo que puede llevar a trastornos de ansiedad, especialmente cuando estas experiencias no son tratadas o denunciadas.
Las barreras en el acceso a empleos o la discriminación en el lugar de trabajo o estudio afectan a la autoestima y al sentido de pertenencia, aumentando la ansiedad por posibles represalias o trato desigual al revelar su orientación o identidad de género.
La presión por ajustarse a normas y estereotipos cisheteronormativos genera un conflicto entre lo que la sociedad espera y la identidad real, lo que aumenta la tensión emocional y la ansiedad.
En espacios donde la orientación o identidad de género LGBT+ no son aceptadas, existen mayores conflictos internos y experiencias negativas en el proceso de autoaceptación, provocando una gran carga emocional ansiosa, esquemas mentales distorsionados y un sinfín de síntomas físicos.
Al validar y respetar la identidad de las personas LGBTIQA+, fortalecemos la autocompasión y ayudamos a reducir los síntomas de ansiedad a través de una serie de técnicas efectivas que ayudan a identificar y cambiar los pensamientos negativos automáticos que alimentan la ansiedad (Terapia Cognitivo-Conductual), a permitir a la persona conectarse con el presente y reducir preocupaciones anticipatorias (Mindfulness), ayudándola a aceptar su ansiedad y a comprometerse con acciones que mejoren su calidad de vida (Terapia de Aceptación y Compromiso).
La ansiedad es un desafío que puede ser más manejable con el apoyo y las estrategias terapéuticas adecuadas.
¡Buscar ayuda es un acto de fuerza y autocuidado!
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