Planes de igualdad

Elaboración e implantación a medida de Planes de Igualdad: análisis y diagnóstico de situación, formación continua, propuestas de mejora y registro procedimental.

Siguiendo la legislación vigente española: Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la Igualdad efectiva de mujeres y hombres, y el Real Decreto Ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para la garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, un Plan estratégico de Igualdad de género es el “conjunto ordenado de medidas, adoptadas después de realizar un diagnóstico de situación, tendentes a alcanzar en la empresa la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres y a eliminar la discriminación por razón de sexo”.

UN DERECHO QUE NO DEBERÍA PONERSE MÁS EN DUDA

Desde la Unión Europea se están llevando a cabo un conjunto de medidas fundamentales para garantizar el principio de igualdad y reducir situaciones de discriminación basadas en el sexo, articuladas tanto en la Carta de los Derechos Fundamentales como en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, establecidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer y muchas barreras que romper para asegurar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, especialmente dentro del ámbito laboral (representación femenina en puestos de dirección, brecha salarial, conciliación familiar, acoso sexual y por razón de sexo, etc.)

PERO Y MI EMPRESA, ¿A QUÉ ESTÁ OBLIGADA?

Comprueba, según el número de personas trabajadoras de tu empresa, qué requisitos legales debe cumplir.

FASE 1. COMPROMISO DE LA ORGANIZACIÓN

Tomar la decisión de diseñar y elaborar un Plan de Igualdad en una empresa conlleva explícitamente un compromiso por parte del órgano directivo de la misma en cuanto a integrar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en la organización, como un valor básico y transversal. Además, implica abordar el principio de Igualdad en los objetivos de la política de la empresa y, especialmente, en la gestión de recursos humanos.

No se trata de una decisión unilateral, su implantación debe comunicarse a toda la plantilla y contar con la representación legal de las personas trabajadoras. Por este motivo, se crea la llamada Comisión Negociadora o Comisión de Igualdad.

La Comisión de Igualdad

Se trata de “la composición paritaria de representación tanto de la empresa como de los trabajadores y trabajadoras a través de la representación sindical”, siendo interesante que las personas que representan a la empresa tengan puestos con capacidad decisiva en sus departamentos.

Esta comisión de igualdad se encarga de negociar la elaboración del Plan, acordar las medidas a ejecutar y sus indicadores de impacto, informar y sensibilizar a la plantilla en materia de igualdad, apoyar y/o realizar el diagnóstico, el plan de igualdad, el seguimiento del mismo y su evaluación de consecución de objetivos. Además, será quien aborde el protocolo ante casos de acoso sexual y/o por razón de sexo.

  • Cuando no existan personas representantes legales en cada uno de los centros, será necesario invitar a los sindicatos mayoritarios de la empresa o el sector para que negocien el Plan de Igualdad.

FASE 2. DIAGNÓSTICO DEL PLAN DE IGUALDAD

Se trata de realizar un análisis detallado sobre la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en la empresa, recoger la información relevante al respecto y plantear una serie de propuestas que puedan integrarse en el Plan de Igualdad.

Este análisis con perspectiva de género* abarca las siguientes áreas:

  1. Características de la estructura organizativa y del personal
  2. Acceso a la empresa y promoción profesional
  3. Procesos de selección y contratación de personal
  4. Clasificación profesional
  5. Formación y reciclaje
  6. Condiciones de laborales, incluyendo la Auditoría Retributiva (RD 902/2020)
  7. Ejercicio corresponsable de los derechos de la vida personal, familiar y laboral
  8. Posible infrarrepresentación femenina
  9. Retribuciones fijas y variables
  10. Prevención del acoso sexual y por razón de sexo
  11. Motivos de abandono de la empresa

Además de estas áreas obligatorias, la Comisión Negociadora podrá incluir otras áreas para favorecer la igualdad de género, como comunicación y lenguaje no sexista, protección de las Víctimas de Violencia de Género, o Salud y Perspectiva de Género, entre otras.

  • Todos los datos extraídos se mostrarán, al menos, desagregados por sexo y género.
  • Se deberán extraer los indicadores suficientes de cada área como para valorar si existe, o no, igualdad de trato y oportunidades entre hombres y mujeres.
  • En casos negativos o dudosos, se planificarán medidas correctoras que subsanen dichas situaciones de desigualdad.

Analizar con perspectiva de género

  • Analizar con perspectiva de género supone que las personas encargadas del diagnóstico y que conforman la Comisión de Igualdad cuenten con una formación específica y extensa en materia de género, así como una titulación universitaria o grado equivalente y experiencia previa como personal experto en Agentes de Igualdad.
  • Analizar con perspectiva de género supone conocer y saber utilizar instrumentos específicos y validados para hacer el análisis de género, interpretar los resultados obtenidos y proponer aquellas medidas que sean más eficientes para eliminar las discriminaciones existentes, teniendo en cuenta las necesidades de la organización y sus recursos.

FASE 3. PROGRAMACIÓN DEL PLAN DE IGUALDAD

En función de la información obtenida en el diagnóstico y de las propuestas realizadas por parte de la Comisión de Igualdad para subsanar las deficiencias, se procede a la elaboración del Plan de Igualdad.

Para ello, se debe hacer una propuesta realista y ajustada a las necesidades de la organización, que incluya un presupuesto estimado y una temporalización de las actuaciones durante los 4 años de vigencia del plan, como máximo.

Todas las acciones a contemplar se podrán ir resolviendo a través de las siguientes preguntas:

¿Cuánto tiempo?Planificación
¿Para qué?Objetivos (área de trabajo a la que va dirigida: promoción profesional, conciliación, infrarrepresentación…)
¿Cómo?Acciones (Descripción de la acción a realizar)
¿Para quién?Personas destinatarias
¿Con qué?Recursos que supone (humanos, materiales…)
¿Cuándo?Calendario y duración estimada de las acciones
¿Qué voy a evaluar?Indicadores de evaluación y seguimiento

«Programar y desarrollar acciones en materia de Igualdad no es nada costoso para las empresas, ni implica grandes cambios en las mismas»

Las medidas más habituales giran en torno a la sensibilización y a la formación de la plantilla en materias relacionadas con el género y la igualdad de oportunidades, con un especial foco hacia los mandos intermedios y el área de recursos humanos, con el fin de que transmitan la información a sus equipos y se logre maximizar los resultados con una mínima inversión.

FASE 4. REGISTRO DE PLANES DE IGUALDAD EN LAS EMPRESAS: EL REGCON

Una de las novedades del Real Decreto-Ley 6/2019 es la creación de un Registro de Planes de Igualdad unificado a nivel nacional, el REGCON.

Se crea un Registro de Planes de Igualdad de las Empresas, como parte de los Registros de convenios y acuerdos colectivos de trabajo dependientes de la Dirección General de Trabajo del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y de las Autoridades Laborales de las Comunidades Autónomas”. 

La persona designada por la comisión negociadora será quien registre y tramite la solicitud en un plazo de 15 días desde que todas las personas implicadas firmaron el Plan de Igualdad.

FASE 5. IMPLANTACIÓN DEL PLAN DE IGUALDAD EN LA EMPRESA

Supone la realización y ejecución de las acciones y medidas que se han recogido y aprobado en el Plan de Igualdad, teniendo en cuenta los plazos establecidos para cada una de ellas.

Estas medidas suelen girar en torno a la elaboración de protocolos de acoso, al diseño de herramientas para la selección de personal, campañas de sensibilización, realización de acciones formativas, etc.

FASE 6. EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO DE UN PLAN DE IGUALDAD

La evaluación y seguimiento del Plan de Igualdad es la fase del proceso que nos permite analizar el desarrollo del plan y la implantación de las medidas previstas, con el fin de exponer una valoración crítica que permita tomar decisiones de cara al futuro.

Con ello, esta valoración sistemática y objetiva de un plan en curso o concluido, nos permitirá determinar la eficiencia, la eficacia, el grado de consecución de las metas propuestas o la viabilidad del mismo, y actuar en base a ello.

En Carlos Alcaraz, Consultoría de Género, la fase de evaluación es una de las más importantes y se estructura en tres ejes diferenciados:

1.  Evaluación de resultados

  • Valoración del grado de cumplimiento de los objetivos específicos del Plan de Igualdad.
  • Grado de corrección de las desigualdades detectadas en el diagnóstico.
  • Nivel de consecución de los resultados esperados.

2.  Evaluación de procesos

  • Análisis del desarrollo de cada una de las acciones ejecutadas.
  • Dificultades detectadas en el desarrollo de las acciones y soluciones gestionadas.
  • Valoración de continuidad y mantenimiento de las mismas.
  • Cambios producidos en cada una de las actuaciones atendiendo a la flexibilidad del Plan.
  • Identificación de nuevas necesidades que requieran añadir nuevas acciones para garantizar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

3.  Evaluación de impacto

  • Reflexión sobre el grado de acercamiento a la igualdad de oportunidades en la empresa.
  • Cambios ejecutados en la cultura de la empresa, en las actitudes de la plantilla en materia de género, en la forma de trabajar desde RRHH, etc.
  • Reducción de desequilibrios en la presencia y participación de la figura femenina.

El seguimiento durante todo el desarrollo del Plan permite comprobar la consecución de los objetivos propuestos para cada acción y conocer el proceso de desarrollo, con el objetivo de introducir otras medidas si fuera necesario o corregir posibles desviaciones.

Además, es fundamental haber establecido un buen sistema de indicadores de medición durante la programación, para llevar a cabo el seguimiento y la evaluación de forma óptima.